En la madrugada del miércoles 27/08 el tema de nuestra charla con Cali Fidalgo fue la increíble vida de Martha Green, autora de «Ozonis – En algún lugar del universo», uno de los más extraordinarios libros sobre encuentros alienígenas jamás publicados.
Aquella fantástica historia, incluida en Invasores – Historias reales de Extraterrestres en la Argentina (Ed. Sudamericana, 2009), es el noveno episodio de Historias Extrañas en “El Alargue” (La Red AM 910 y Radio Moscú).
En la primera semana de junio de 2009, a pocos días de la publicación de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina, recibí el llamado de Liliana Murga, hija de Martha Green, protagonista de Corazón partío, el capítulo que cierra el libro. Green, seudónimo de Marta Rodríguez y autora de la más sorprendente autobiografía de una mujer sobre su relación con un extraterrestre, había fallecido el martes 2 de junio, a las 8 AM.
Aquella mujer preciosa me reveló que sus encuentros clandestinos con Enis, un científico procedente del planeta Ozonis, comenzaron cuando ella tenía treinta y tres años. En 1956, Martha seguía casada con Miguel Angel Murga, un militar peronista cuya carrera truncó la dictadura del general Pedro Eugenio Aramburu. Enis llevó a Martha a Ozonis y la invitó a quedarse. Declinó la oferta: amaba demasiado a su marido y a su hija Liliana, de apenas un año. Tras su primer y único parto, una enfermedad congénita le impidió traer más hijos al mundo. A éste. Porque Martha concibió dos hijos más en el otro. Ella nunca consideró que su relación con el alienígena fuera un caso de infidelidad. “Eso sucedía en otro plano, en otra dimensión”, se justificó. Cuando confesó su verdad a Miguel Angel, su esposo, él no le reprochó nada. Al contrario, la mimó más, se interesó en sus manuscritos y le ayudó a registrarlos. El destino le iba a reservar otras adhesiones, como la de su segundo marido en la Tierra, la de su propia hija y tal vez la de los lectores de Ozonis. En algún lugar del Universo (Ediciones Silzú, 1998), primera edición de la obra que dedicó a su experiencia, traducida al italiano y se conoce hasta en el Japón, reeditada por Sol Rojo Editora en 2013 (*).
Guardé el relato del secreto romance entre Martha y Enis para el final de Invasores porque quise premiar al lector que, a esa altura, había entendido que llegar hasta el final valía la pena. Es la historia más fantástica del libro. Tan fantástica que Martha conocía mejor que nadie sus efectos. “Creer en una cosa así es muy difícil”, me dijo, mientras sus ojitos verdes entraban en órbita rápida y yo estudiaba sus huesitos delgados, arrumbados en el sillón del geriátrico. Sin embargo, no hay incredulidad que impida disfrutar de su historia, que es la historia de la lucha solitaria de una mujer por volver creíble lo increíble.
Liliana me contó que le llegó a leer el capítulo de mi libro. Martha le pidió que lo hiciera varias veces, como si quisiera asegurarse de la precisión de mi versión de su vida. Sí, lloré. Claro que lloré. También porque supe que ya no iba a volver a escuchar por su propia voz las historias de esta anciana dulce y hermosa. Por su hija supe que la vida de Martha tuvo momentos dolorosos. Pero sus experiencias –con las que nunca pretendió lucrar– le otorgaron una dimensión diferente. Sus viajes –hayan sido al espacio exterior o interior– fueron un escalón empinado y transgresor en su singular búsqueda de la felicidad.
(*) La reedición de Ozonis. En algún lugar del universo incluye la segunda parte sobre sus experiencias con Enis entre 1960 y 1965; de ahí el subtitulado «La historia completa». Marta Rodríguez, tal el nombre detrás del seudónimo, narra los sucesos desde que hizo público su caso, el nacimiento de su segunda hija en Ozonis y detalles sobre la ubicación de ese planeta en el espacio-tiempo. En mi entrevista, Marta aseguró que se había deshecho de esas páginas. Pero Liliana las conservó. Poco antes de morir, le pidió a su hija que reemplazara el seudónimo Martha Green por su apellido real y una combinación de su nombre de pila con el de su amado Enis. Por eso aparece firmado por Martha Rodríguez Marnis. Se publicaron muy pocos ejemplares.
- Este post es una adaptación de otro publicado originalmente en Magia Crítica el 4 de junio de 2009.
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