Las supersticiones son creencias provenientes de nuestros antepasados. Este tipo de tradiciones aún están muy arraigadas en la era moderna, y arraigadas desde hace miles de años.
Los avances de la ciencia y el pensamiento lógico han puesto en duda la existencia de dichas supersticiones; sin embargo, muchas personas aún sienten que hay que andar con cuidado.
No creo mucho que pasar debajo de una escalera recostada en una pared en forma de triángulo sea de mala suerte. Esto lo atribuyen a que el triángulo que se forma representa la Santísima Trinidad y, al caminar debajo de esa representación, se la estaría violando, asociando a esa persona con el diablo. No hay que extrañarse que los cristianos eviten caminar debajo de escaleras a causa de esta creencia.
Muchas personas también piensan que es de mala suerte que un gato negro se cruce en el camino. En la antigüedad los cristianos pensaban que los gatos negros eran el diablo disfrazado y deberían, por tanto, ser destruidos. Por tanto, se pensaba (y aun se piensa) que un gato negro separa a la gente de Dios, cayendo todo el mal sobre la persona con quien se cruza.
Aún hay quienes piensan que tocando madera puede proteger a las personas de los males. Esto es debido a que en tiempos anteriores a Cristo era común creer que los buenos espíritus vivían en los árboles.
Ni hablar de los hogares que están decorados con figuras de animales porque popularmente hay una creencia que un animal puede dar buena suerte a la persona que porte un dije con figura de animal.
Mi abuelita decía que derramar sal es malo. Esta superstición (o creencia, más bien) se fundamenta en la Edad Media. La sal era un producto muy costoso y estaba prohibido derramarlo. La idea de que es desafortunado hacerlo probablemente surge de la creencia de que Judas derramó sal durante la última cena.
Todos cuando estamos en una situación de incertidumbre inmediata tendemos a cruzar los dedos. La causa: al hacer la señal de la fe cristiana con los dedos evitaríamos que los espíritus malignos destruyan nuestras posibilidades de buena fortuna.
Las personas hoy en día evitan viajar o casarse los días martes o viernes 13. En la antigua Escandinavia existían 12 semidioses mitológicos, pero luego otro semidiós, el número 13°, el cual era un malvado que trajo la desgracia al hombre.
Y así, hay miles de supersticiones que son, en realidad, mitos, fantasías que las personas con el pasar de los años la han convertido en creencias. Esto, que en realidad se puede decir que hasta cierto punto es inofensivo, no quita la existencia de casos de personas muy paranoicas en este sentido. Por tanto, el asunto de la superstición en si se basan en CREENCIAS que son infundadas por el hombre, podría decirse que es un asunto mental. No digo que no me haya pasado en creer en algo que pueda dar mala suerte, pero todo lo que es llevado al extremo es malo.