Gustavo Noriega me dijo que le gustó Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (2009). Se tomó tres años para decirlo, y lo hizo en el espacio que conduce los jueves de 9 a 12 en Radio Ciudad. Fue un alivio: Noriega no es un crítico benevolente. Hace años yo era un voraz lector de sus críticas cinematográficas en El Amante; a su cedazo sobrevivían pocas películas. Cuando descubrí que teníamos gustos parecidos se convirtió en mi oráculo a la hora de elegir qué ir a ver. Noriega también era el colega con el que me sentía representado en Duro de domar, antes de convertirse en el folletín oficialista que es ahora. Luego compartimos un tiempo en Crítica de la Argentina.
Hace poco me llamó desde su programa. Hablaba de mentiras. Como hizo bien en aclarar, era difícil abordar el tema sin traicionar el espíritu del libro –que no quiso desmontar mentiras–. Pero fue un buen pretexto para recordar algunas de sus historias emblemáticas. Me enviaron el audio, que comparto.
(Ya que estoy en plan de autobombo –a veces olvido que muchos usan su blog para eso, je–, aprovecho para citar los dos halagos más inquietantes que recibo por Invasores. Uno, que me pidan la segunda parte. Otro, que me pregunten por el documental. O la película. ¿Continuará…?)
Ah! Si lo querés leer todavía quedan algunos ejemplares. Enviá tus datos a invasores.ellibro@gmail.com y nos contactamos con vos.