Anoche revisé a fondo la web de la NASA para salir al cruce de los cables en mi nota para el blog Ciencia bruja de Yahoo! con la seguridad de que iba a llevar la información un poco mejor que los redactores de las agencias, aunque -eso sí- un poco peor que los que están enfrascados en la materia. Yahoo! publicó el cable de EFE y yo, que aguantaba la respiración, volví a respirar, porque la diferencia entre el cable y mi texto tampoco era tan grande y hay que admitir que a veces, por pretender primerear con la noticia del día, hay que tragarse una sola fuente (en este caso, la NASA), y quien se manda al buche ese trago difícilmente lo hace sin remar en un mar de dudas. Algunas de las preguntas que me hice mientras redactaba aquel texto inédito (no todas, pero sin duda buena parte de ellas) fueron las siguientes: ¿Es Kepler-22 b el primer planeta potencialmente habitable conocido? ¿Se parece Kepler-22 b a la Tierra? ¿Qué sabemos realmente de Kepler-22 b? ¿Por qué tanto revuelo? ¿Qué es eso de la «zona habitable»? ¿Son habitables los planetas situados en la zona habitable de su estrella? ¿Es Kepler-22 b un planeta potencialmente habitable? ¿Qué es una supertierra? ¿Y un minineptuno? ¿Cuál es la importancia del descubrimiento?
Las respuestas a estas preguntas no llegaron a tiempo e hice lo que pude; por ejemplo, preguntar a Enrique Pereira de Lucena, mi amigo y asesor de cabecera en asuntos astronómicos. Enrique tuvo el buen tino de recordarme la existencia de Eureka, el blog del astrofísico Daniel Marín, quien responde a las preguntas de arriba con una solvencia exquisita.
Con un ustedes, las indispensables FAQ de Marín:
Preguntas frecuentes sobre el nuevo planeta Kepler-22 b
Apostilla al 13-12-2011: Finalmente, la noticia que escribí aquella noche salió publicada, con bastante atraso (tanto que ya había dejado de ser noticia), bajo el título: El amanecer de otro planeta «gemelo» a la Tierra. Queda debidamente asentado 🙂