¿Embajadora de la ONU ante los ET? Falso: el puesto sigue vacante
Había empezado a frotarme las manos como Mr. Burns ante el teclado de la compu. Juro que me hubiese encantado titular «¿Diplomática ñoqui o el destino de la Tierra en sus manos?». Pero la versión según la cual la astrofísica malasia Mazlan Binti Othman iba a ser designada embajadora de las Naciones Unidas para coordinar la respuesta de la Humanidad cuando se produjera un contacto con una raza alienígena es tan cierta como la muñecopsia del extraterrestre de Roswell (que había resultado ser primo de Max Headroom). Con una salvedad: esta vez la picardía no fue de una productora de televisión inglesa sino de un medio gráfico, más precisamente The Sunday Times. La falsa noticia, titulada «If Mars attacks, she’s our leader» (no intenten usar el buscador, ya bajaron la nota), fue copipasteada por medio mundo, entre nosotros por Crónica y Clarín.
Alguno podrá decir que fue un «equívoco» por el hecho de que Othman es directora de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), un organismo de la Asamblea General con sede en Viena encargado de implementar políticas relacionadas con el espacio. Pero su nombramiento tampoco es reciente, ya que Othman había ocupado ese despacho entre 1999 y 2002; tras un paréntesis de cinco años (en los que regresó a su país para organizar la Agencia Espacial), retomó el cargo en 2007.
El primer periodista hispanoparlante en parar la bola fue –como casi siempre– el periodista de El Correo Luis Alfonso Gámez desde su blog Magonia. Luis, flamante autor de La cara oculta del misterio (Ed. Comares, 2010), cuenta que Matthew Weaver, de The Guardian, fue el primero en llamar y escuchar la desmentida en boca de la astrofísica. «Suena genial –le dijo-, pero tengo que negarlo”.
Sobre el tema, lo más parecido a una buena idea fue el “parlamento científico” propuesto por el cosmólogo y astrobiólogo Paul Davies. ¿Qué opina el científico del proyecto SETI sobre el papel de la O.N.U. ante la hipótesis en cuestión? Fue clarísimo: “Imagine que vamos a las Naciones Unidas, tan ‘expertas’ en encontrar soluciones armoniosas para los problemas del mundo… sería un completo desastre. ¿Y cuáles son las agencias que pueden representar realmente a la humanidad? No acudiría a la Iglesia Católica, ¿verdad? Ni al Ejército de EEUU.”