La calidad de Tiempo argentino -el nuevo diario que hoy ganó la calle- no es sorprendente, sus responsables son periodistas creativos, talentosos y apasionados. Basta recorrer su staff para encontrar grandes plumas. En un tiempo, analizándolo sin prejuicios, sabremos si el nuevo medio cumple el deseo de sus editores y el de miles de lectores: ocupar el espacio que el auge de medios desinformativos ha dejado vacante.
Una sorpresa agradable fue confirmar que sus contratapas serán encabezadas, por primera vez como tira diaria, por el Martín Fierro del siglo XX: El eternauta, un deleite estético para quienes ya lo disfrutamos y seguro disparador de la curiosidad: imaginar que a partir de hoy miles de jóvenes se lanzarán a conocer la obra de sus autores, Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López, es un hermoso sueño.
La otra sorpresa es un acontecimiento inédito en la historia de los medios gráficos locales: Tiempo argentino promete ocuparse de los conflictos sindicales que afectan a otros medios gráficos. No sólo promete, también cumple: la edición de hoy (página 26) dedica una amplia cobertura al fatídico desenlace del diario Crítica de la Argentina, que dejó de publicarse hace 17 días porque la empresa Papel 2.0 ha dejado de pagar el sueldo a sus 180 trabajadores (quienes desde hace unas semanas informan sus avatares en su propio blog).
Juan Salvo, donde quiera que esté, hoy sonreirá.
¡No al cierre de Crítica!
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