Este miércoles el Congreso definirá la suerte de una cuestión de salud pública fundamental: la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. En este post, el periodista Esteban Sargiotto define con precisión y pocas palabras para qué va a servir la Ley presentada en la Cámara de Diputados por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Por Esteban Sargiotto (Lic. en Letras, periodista y colaborador especial en La Vanguardia)
¿Qué hace Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)? Regula. Contempla la existencia de una situación lamentable, penosa y de última instancia y regula cómo actuar ante esa realidad dramática. Lo que existe hoy es una especie de desregulación, fundada en la idea tácita de que la disuasión penal va a evitar que las mujeres aborten. Esto ha demostrado ser falso. Más aún: estadísticamente falso.
Por otro lado, existe un dilema cierto: quienes propugnamos esta regulación nos encontramos con la paradoja de hablar de «legalización del aborto», como si nos gustara proponer que las mujeres aborten y quisiéramos vivir en una sociedad donde las mujeres se sacaran hijos de encima frívolamente, casi como un pasatiempo. No sólo que eso es falso, sino que enmaraña la discusión y quita claridad. No. La legalización de la IVE, reitero, regula: pone en un marco de legalidad y establece un accionar en aquello que, de otro modo, existe, pero clandestinamente.
Por eso en varios países, en general desarrollados, con años de experiencia en la materia y con estudios densos, cuando se legisló la IVE, los abortos cayeron. De nuevo: ¿es paradójico? En realidad tiene perfecto sentido: una mujer con un embarazo temprano –que en otra situación no hubiera ido al lugar adecuado y no hubiera recibido una contención profesional– con la Ley puede ir al hospital sin miedo. La va a recibir un equipo de profesionales que ven pacientes así todos los días. Eso fortalece la prevención, que es el primer paso y es lo que todos los médicos del mundo recomiendan y lo que, creámoslo o no, es algo que mucha gente aún no sabe, por muchos motivos: no se informa, nadie se lo dijo, jamás le acercaron un preservativo, ni siquiera conoce los métodos anticonceptivos o, sencillamente, no cree en la prevención o la subestima.
Esta Ley fortalece la prevención porque quita el temor de ir al hospital. A su vez, eso disminuye los abortos, ya que promueve la educación sexual y la anticoncepción. Por último, en caso de suceder una tragedia, la mujer puede acudir a profesionales. Esto desalienta la automedicación o, peor aún, la mutilación y/o muerte a manos de métodos riesgosos.
A veces se pierde de vista la importancia del asunto como un problema de salud pública que, además, es fácilmente evitable con prevención.
No hay que ir tan lejos: ya existen distritos en Argentina donde, con las causales legales al día de hoy, no se registran muertes maternas desde que se implementó el protocolo de 2012. Es decir que la experiencia está y no hay que irse a Noruega para saber si funciona o no.
Entiendo que esa es la única discusión importante. El actual proyecto de Ley lo tiene en cuenta y por ello hace referencia a la educación sexual y al acceso a anticonceptivos, además de especificar las causales para aborto legal hasta la semana 14.
Por eso sería un avance de salud pública y de derechos que se avanzara con esta ley el día miércoles.
Ojalá podamos celebrar su sanción y acercarnos un poco más a mayores niveles de justicia social y bienestar general.
Este blog adhiere a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal
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