Buenos Aires, primera mitad de 2001. El ritual donde el gurú unta con aceite testículos, parte de la pelvis y a veces cerca del recto a los devotos; el movimiento de manos por medio del cual, en un intento por despertar el kundalini de los fieles más fieles, la divinidad prodiga sus caricias sagradas; la tocada de huevos de Sai Baba, en suma, era un relato recurrente entre los ex devotos que lo denunciaban, para quienes esta acción, lo que podríamos llamar “el tanteo del pedófilo”, era el paso previo que le permitía captar las señales, percibir si resultaba conveniente suspender o continuar atacando a la presa, en especial a los menores de edad, más sensibles al pedido de quien les aconsejaba “no mencionar esto” a sus padres.
Si bien yo conocía la historia de abusos y manoseos que varios desertores atribuían a Sai Baba, todavía no estaba completamente seguro. Para mí era decisivo escuchar los mismos relatos en la voz de adeptos actuales o, al revés, de ex seguidores libres de toda sospecha de parcialidad o despecho. Obtuve estas confirmaciones en la primera edición de un libro de la devota Graciela Busto, cuyas páginas calientes habían desaparecido “mágicamente” en ediciones posteriores, por intervención de las autoridades argentinas del movimiento Sai Baba. Hasta el propio Leonardo Gutter, máximo dirigente de la Organización en América Latina, admitió a cámara que Baba podía tocar los testículos “si era necesario” durante sus “rituales energéticos”.
Mi prudencia descansaba en varios motivos. Primero, como dije, quería estar seguro; segundo, era plenamente consciente de que el resultado de mi trabajo se iba a mostrar por televisión en uno de los países que posee mayor número de adeptos a Sai Baba en todo el mundo. Devotos de buen corazón no merecían que una polémica cuyo desenlace tenía una gravitación crucial en sus vidas fuera tratado superficialmente.
Por primera vez en la web, subimos las partes 1 y 2 de Sai Baba ¿un dios pecador?, presentado en 2001 por Cristina Pérez y Néstor Machiavelli en el programa Zona de Investigación de Azul TV.
Primera parte
Segunda parte
Durante la primera mitad de 2001, mientras producíamos aquel programa, emitido en dos partes por Azul TV bajo el título “Sai Baba ¿un dios pecador?”, tuve ocasión de conocer a quienes, en los 80, fundaron los primeros grupos de apoyo en la Argentina de la organización Sathya Sai Baba, la exitosa diseñadora de modas Mónica Socolovsky y el psicólogo Daniel Coifman, fallecido un año después.
Justo por los días en que los entrevisté comenzaban a alejarse del movimiento Sai Baba: ambos ya eran movedizos activistas del Maestro Amor.
Por aquellos años, ahora hace más de diez, la hoy disuelta Fundación Espiritualidad Práctica, dirigida por Socolovsky, se llenaba de buscadores ansiosos por escuchar al morocho que hacía el mismo repertorio que el swami de la India. “Son la misma energía”, repetían Coifman y Socolovsky.
Como conté hace poco en Ciencia Bruja, en un artículo donde intento trazar los curiosos vasos comunicantes que hay entre Sai Baba y el Maestro Amor, fue Socolovsky quien rebautizó “Amor” al Maestro: el cantautor “Ricardo Javier”, nombre artístico del swami riojano, primero había sido llamado Baba Sai. Sólo más tarde devino en Maestro Amor y aún era Ananda Baba cuando aterricé en el local de Mónica con las cámaras de Azul TV.
Por entonces yo estaba más interesado en las acusaciones contra Sai Baba que en la creciente fascinación que despertaba el riojano. Fascinación y una tormenta de chismes que refleja la carta que escribió Gutter para que Socolovsky, Coifman, Salzman y otros devotos se “definieran” por uno u otro avatar, ya que Sai Baba no permitía que los dirigentes tuvieran “un pie en cada bote”.
Una sorpresa grande que me llevé cuando fui a ver a Mónica Socolovsky fue el argumento que me dio cuando comenzó a dudar en dar la entrevista. “Durante un sueño Baba me dijo que tuviera cuidado, que podía caer en una trampa”. Yo amagué a retirarme, porque ya le había anticipado los temas que íbamos a tocar y estaba dando demasiadas vueltas. En un encuentro previo ya le había dicho que le iba a preguntar por sus inicios en la organización Sai Baba y por las acusaciones sobre abusos sexuales que recaían sobre él, tema que ella no ignoraba y que, a su favor, luego no se rehusó abordar. “Si llegás a faltar a tu palabra, si me sacás de contexto, tu error quedará grabado en tu karma”, o cosa así, replicó ella.
Ese día supe que hasta los seres más iluminados tienen un poderoso repertorio de amenazas espirituales, a las que echan mano con diversos propósitos. En aquella ocasión, quizá, su admonición tuvo por fin marcar la cancha. Porque Socolovsky finalmente me dio la entrevista, con los resultados que podemos disfrutar en los videos que publicamos en este post.
Addendum:
Es curioso comprobar que la entrada de Sathia Sai Baba en wikipedia da cuenta de los documentales televisivos producidos por la empresa de radio y televisión nacional de Dinamarca en 2002 y por la BBC, en Inglaterra, en 2004, y no nuestro programa, que abordó el tema el 12 de agosto de 2001.
Más información:
Sai baba: ¿santo o pecador? En Ciencia Bruja
En Factor 302.4
Colapso entre swamis: Sai Baba Vs. el Maesro Amor
¿Dios vivente o chanta?
El día que le arrancaron la peluca a Sai Baba
En otros sitios:
Sathyanet