Los libros sobre ovnis de circulación comercial (esto es, pensados por editores que esperan ganar dinero) tienden a ser apologías de historias increíbles. Pocas obras, incluida la ópera prima de este comentarista, escapan a la dictadura del mercado. Otros ingredientes para construir un libro sobre ovnis sugeridas por la tradición: apostar por una teoría –sin importar cuán loca sea– y buscar relatos pintorescos que la confirmen, seleccionar episodios clasificados según la tipología Hynek o el capricho del autor, monográficos sobre un caso con ribetes novelescos o centrados en temas que ofrezcan un filón polémico, etc. Entre los títulos que se ocupan de algún subgénero, pocos revisan las biografías –a menudo apasionantes– de los contactados. El universo temático se reduce si además pedimos que resulten gratos de leer, respetuosos de las fuentes originales y rigor documental. Y el universo se comprime aún más si buscamos literatura de referencia en portugués. Bien, esta laguna ha sido colmada por Contatados, primera obra ufológica publicada en Brasil que sortea la fórmula de ocuparse de las experiencias o las ideas antes que de los protagonistas, sus alocadas vidas y sus contextos históricos.
Es una suerte para los interesados en la religión ovni que la editora CBPDV levantara el pulgar (que no el meñique) para dar salida a esta obra. El subtítulo –poco amigable para atraer a lectores críticos (¿emisarios de las estrellas, pregoneros de una nueva era o la quintacolumna de una invasión extraterrestre?)– busca captar el interés de los neófitos y tiene poco que ver con el espíritu más bien descriptivo de la obra.
Claudio Tsuyonshi Suenaga (S. Paulo, 1971) no responde a estas preguntas (aunque parece inclinarse por la última opción, ya que simpatiza con las tesis de Jacques Vallée sobre el sistema de control). Sin embargo, las opiniones del autor no se traducen en manipulaciones de la información de cada perfil biográfico. Suenaga ofrece, en cambio, una obra de una solidez inusual. Se distancia de la rutinaria frivolidad con que se abordan estos temas para ocuparse de historias y personajes históricos de la ufología religiosa brasileña trajinando archivos periodísticos, visitando familiares de contactados difuntos y entrevistando a sus protagonistas, cuando esto le fue posible.
Suenaga es profesor de Historia y autor de la monumental tesis de maestría A dialética do real e do imaginário. Uma proposta de interpretação do Fenômeno OVNI. Casi la mitad de aquella monografía, que defendió en 1999 en la Facultad de Ciencias y Letras de la Universidad Estatal de San Pablo (UNESP), es la biografía de uno de los personajes más sorprendentes del platillismo brasileño: Aladino Félix (1920-1985), mejor conocido por su seudónimo Dino Kraspedon y por libros como Contacto com os Discos Voadores.
Aladino Félix, “el contactado que quería dominar el mundo”, creía ser el Mesías del Pueblo Judío, juraba contactarse con los habitantes periféricos de Júpiter y diseñó en sus varias obras un complejo cuerpo doctrinario. En 1968, como parte de su plan milenarista para conquistar el mundo, Félix impulsó una célula ultraderechista que puso bombas y causó incendios en San Pablo, acciones que emprendió en arreglo a su interpretación de las profecías de Nostradamus que habrían favorecido al régimen.
Suenaga prueba que la inteligencia militar encarceló y torturó a Aladino, quien nunca logró librarse de su pasado. Este es quizá uno de los más jugosos textos de los veinte que dedica a contactistas como George Adamski, Daniel Fry, Truman Bethurum, Billy Meier y Claude «Rael» Vorillon, o el caso de los espiritistas argentinos Jorge y Napy Duclout (exportado al Brasil por João Martins y Ed Keffel, los falsificadores de las fotos del «ovni» de Barra da Tijuca), los peruanos de Misión Rama y los españolísimos corresponsales ummitas.
Si bien no todos los retratos tienen igual calidad (del libro firmado por el supuesto contactado inglés Cedric Allingham nada dice que seguramente fue el seudónimo del científico fumista Patrick Moore); por contraparte, abundan las perlas.
Es reveladora, por ejemplo, la entrevista que Suenaga mantuvo con la viuda del enfermero Alberto San Martín (1917-1982), famoso descubridor de la llamada “Piedra del Espacio” y ocasional compañero de aventuras de Fernando Sesma (1908-1982). Devela vida y obra de contactadas como la artista plástica portuguesa Alex Madruga, la escritora Hilda Hirst y el caso del abogado João Freitas Guimarães, cuyo relato de 1956 se anticipó a Antonio Villas-Boas, aunque su paseo en plato fue voluntario (como se sabe, la diferencia entre abducidos y contactados es una cuestión de respeto por los derechos humanos).
También pasa revista a la odisea de Hermínio e Bianca Reis, un matrimonio carioca que, en 1976, fue abducido camino a Belo Horizonte junto con su automóvil Karman Guia. Los Reis siguieron en contacto con un E.T. llamado Karran. Pero la credibilidad de la pareja tambaleó cuando un conductor de televisión les preguntó si en la nave había toilete (habían permanecido a bordo dos días).
Suenaga descorre el telón de las maravillosas aventuras de Gênesis Moreira, depositario de una fórmula matemática denominada Factor 302.4, “relacionada con la activación de una sustancia química en el cerebro capaz de proporcionar una autodefensa natural”, de donde surgió la idea de un periodista argentino para bautizar a su extraño blog.
También rescata la historia de los koldasianos recogida por la ufóloga sudafricana Cinthia Hind, una tribu E.T. establecida en la Tierra allá por los sesenta que catequizó a un contactado, un tal Edwin, mediante ondas de radio.
El libro cierra con seis compactos apéndices donde reflexiona sobre las teorías conspirativas, las relaciones entre ufología y ficción científica (deténiendose en un magnífico ensayo sobre Star Trek), el trance mediúmnico espiritista como precuela del contactismo extraterrestre y el mito de la existencia de vida en Marte.
Este es el primer libro publicado de Tsuyonshi Suenaga, pero no el único: tiene en cantera varias obras inéditas, entre ellas la primera investigación exhaustiva sobre la legendaria abducción de Villas-Boas. Contatados despega airoso en una sociedad donde la pasión por reconstruir honestamente acontecimientos enigmáticos tiene poca prensa.
Recemos a Ashtar Sheran para que otros editores le permitan seguir deleitándonos con su buen hacer.