

Te dejo con el artículo, que empieza aquí.
Y, no sin cierta incomodidad, aprovecho para agradecer su comentario sobre mi libro Invasores.
————–
Addenda
Tras agradecer el comentario que dejó bajo mi post, le pregunté al gran Nacho Darnaude cuándo cumplía los ochenta. Su respuesta es una confirmación de su vasta cultura, donde reivindica a Silvina Ocampo y a la agenda cultural porteña de tiempos, sino idos, muy lejanos. No me dio tiempo a protestar por no poder compartir su contestación, enseguida me dio la debida autorización:
Con respecto a La Biela, anotación en el diario de un asiduo al legendario restaurante, el apolo más guapo, bien vestido, culto y seductor de Buenos Aires, Adolfito (Bioy Casares): «Por la mañana, escribo. A mediodía, tenis. Por la noche, mujeres».
Silvina Ocampo, que escribía 12 veces mejor que el íntimo de Borges, estuvo siempre al corriente de las aventuras culocóñicas del sobrevalorado autor de «La Invención de Morel», y no pareció importarle. «Hay más sadomasos en el cielo y la tierra, querido Horacio , que lo que haya podido soñar tu fantasía».
Lo de que la hermana de la todopoderosa Victoria no era agraciada fue una fraudulenta leyenda urbana. La segunda de Las Hermanas arrollaba a su propio físico discreto con su atronadora personalidad. Qué crimen atroz que el gobierno permitiera que la quinta de San Isidro haya sido saqueada y ande en ruinas.
Durante décadas tu interlocutor estuvo suscrito a la formidable revista «Sur». En 1931 Victoria publicó también la obra cumbre de mi maestro Aldous Huxley, sólo tres años después de que «Count Counterpoint» apareciera en Londres. Atesoro un ejemplar de esta primera edición de «Contrapunto» encuadernada en cuero rojizo.
La poca culturiña que este menda posee se la debe a la harto intelectual capital de Buenos Aires. En España, durante el franquismo, todo estaba prohibido. Pero el que escribe logró soslayar la censura pidiendo los mejores libros del mundo a mi amigo José Dalí Moral, que trabajaba en la Librería Kier de Santa Fe 1260.

En fin, Alex, cosas de la vida. Que Dios te guarde muchos años a ti y a tus imaginarios Invasores, fascinantes delirios oníricos de los contactados.
————————
Ignacio Darnaude Rojas-Marcos (Sevilla, 1931) es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Sevilla. Su interés por los platillos voladores coincide con los orígenes del asunto, a principios de los años cincuenta. Estuvo entre los primeros corresponsales que tivieron en España de la APRO, Flying Saucer Review, Lumiéres dans la Nuit, MUFON y NICAP, entre otros grupos dedicados a la cuestión. Es el legendario compilador del UMMOCAT, escribió más de 600 artículos sobre el tema y ha publicado El principio de elusividad cósmica (Nous, 2009). Web: http://www.ignaciodarnaude.com/








