Charly en marcialandia: el gurú planetario que lo hizo sentir menos solo y renovó su creatividad

 “García: 15 años de entrevistas con Charly (1992 – 2007)” de Daniel Riera y Fernando Sánchez es como una bolsa de golosinas. No vas a encontrar confites, chupetines o sugus; todo lo que vas a sacar de esa bolsa es gourmet, caramelos Media Hora, nueces caramelizadas, mantecoles. Todo es diverso, sabroso y divertido. Hay una historia con las Bay Biscuits tocando «Marcianita» en una Argentina espacial y otra fundamental: su relación con Ken Lawton, el gurú buena onda que sacó lo mejor de él durante su proyecto «Say No More».

Por Alejandro Agostinelli

Esta no es una crítica de «García», el libro de mis amigos Daniel Riera y Fernando Sánchez, todos los elogios que recibió ya fueron escritos por gente que sabe mucho más que yo. Ahora, si debo resumir mi idea del libro en dos párrafos, puedo decir que ahí está todo: sus inicios, sus discos, sus emociones, sus familiares, sus giras, sus compañeros, sus compañeras, sus influencias, sus amigos estrella, sus manías, sus excentricidades, sus maravillizaciones, sus memorias, sus regresos, sus maquinaciones; todo lo que es suyo, de Charly, y por lo tanto alimenticio, instructivo y fascinante; todo lo que es suyo, de Charly, y por lo tanto un poco nuestro, es decir, de todos los que tuvimos sus canciones como cortina musical de nuestras vidas, y eso: leer el libro es casi otro formato de su música, escucharlo es leerlo; y releerlo reinventarse: en cada entrevista sentís que ese proceso se / te reinventa.

Amén de la deslumbrante crónica “De gira con Charly”, que es un poco parte de mi vida (Daniel Riera la escribió en mi casa, en abril de 2005), “García” reúne las entrevistas de los autores para la revista La Maga y las que siguieron en Rolling Stone, deja testimonio de la abrumadora memoria, inteligencia y capacidad analítica de Charly sobre su propia historia, que cuenta como si la estuviera mirando desde afuera.

Por si fuese poco, revela infinidad de historias alucinantes. De ellas me voy a quedar con dos o tres, para que cada cual entre en el libro y descubra las demás.

RIERA, CHARLY Y SÁNCHEZ. Los periodistas tenían 21 y 22 años cuando lo entrevistaron por primera vez, en marzo de 1992

KEN LAWTON, EL GURU DE LOS GRANDES

En el capítulo II, “Maradona es el número 10 y yo soy el número 9”, página 32, los periodistas, enterados de un próximo viaje de Charly a Londres, le preguntan a qué va.

Les responde Charly:

–Voy a hablar con una persona un par de semanas, un healer, un curador [curandero]. Yo no sabía quién era, me dejó el teléfono una de las alumnas de Robert Fripp. Y bueno, una noche que no podía encontrar a nadie, llamé, y apareció este señor, que se llama Ken Lawton. Me preguntó cuál era mi problema y le dije que en ese momento no tenía ningún problema porque estaba hablando con alguien. Después nos pusimos a hablar y quedó ahí. La segunda vez que lo llamé le dije: “¿Casa u hotel, turista o business?”. Lo alojé en el Alvear. En esa época los alumnos de Fripp estaban haciendo una colecta para traerlo y aparecí yo y acabé con la colecta. Resultó que este Ken me conocía desde hace 20 años a través de un chino que qué se yo. Nos pusimos a hablar y coincidimos en muchísimas cosas. Me dijo si me podía curar un poco, some healing. Simplemente me tiré en la cama, y él me hablaba y me hacía un mantra. Así durante varios días. A veces faltaba por ensayos y todo eso, pero el tipo entiende todo. Se mueve entre músicos. Estuvo con David Bowie, Fripp, Peter Gabriel, ahora está con U2. Sabe que somos gente que necesita curarse no precisamente de hepatitis. El tipo tiene una visión cósmica, de saber para dónde van las cosas y cuál es la forma de resolverlas. De alguna manera me vino a hacer un rescue. Vino, vio lo que pasaba y terminamos en el Roxy, los dos completamente en pedo. Después me invitó a la casa, me dijo “¿Querés venir allá?”. Me dijo que vivía en el campo, que tenía un arroyo y patos… y yo le dije: “Mirá, a mí el campo me da cosa…”, pero él insistía: “You need a break, baby”. Entonces le pregunté: “¿Tenés televisión?”. Tiene. Voy con mi niño, Miguel. Además, le dije a Ken que si iba a estar dos semanas en el campo necesitaba hacer algo. Entonces, como estoy grabando la música de una película, le dije: “Ya que vivís cerca de lo de Gabriel, ¿te parecería imposible que pueda mezclar algo ahí?”. Y me dijo: “¿Quién te creés que me mandó?”.

GRAN DEVOTO DE KEN. El fenomenal guitarrista Robert Fripp y su esposa, la cantante Toyah Willcox. Fripp curtió Lawton por décadas. Durante el confinamiento, Fripp y Toyah interpretaron covers de Nirvana, Guns N’ Roses, Sex Pistols y Alice Cooper. Crédito: GritaRadio.

Hay que saltar hasta el Capítulo VII, Charly recuerda (que incluye entrevistas que los autores realizaron entre mayo y junio de 2002), para volver a leer referencias sobre Lawton. Mientras evoca el proceso de producción de «Say No More», un proyecto de maravillización que iba a abarcar hasta una película (Geisha), el compositor de «Cuando me empiece a quedar solo» cuenta que antes de ir a Madrid a grabar el disco, viajó a Inglaterra y le cayó a Ken en la casa.

… el tipo me dejó así tipo fssshhh (mueve la mano delante suyo,como si pasara un avión) con el subconsciente bastante inmaculado”.

Charly dice que influido por los discos de Pink Floyd o temas como «Number Nine» de The Beatles, empezó a meter voces, trucos y experimentos vanguardistas en las canciones que desembocan en su nuevo álbum, cuestiones todas que admitió haber conversado con Ken.

El me dijo que, de repente, cuatro o cinco tipos inventaban la misma vacuna al mismo tiempo, sin conocerse, y que eso tenía que ver con la conciencia planetaria y con seguir el vientito que te empuja” (…) “Qué se yo, realmente me dio una sensación de estar perteneciendo a algo, y es muy lindo, me encanta cuando pasa eso”.

¿Qué se hizo del gurú?

Como el tipo no le jodió la vida a nadie, o al menos no parece haber protagonizado ningún escándalo, no es parte de ninguna crónica. Nadie, aparte de Charly, recuerda a Lawton. Perdón, sí: Robert Fripp, el famoso guitarrista de King Crimson, anotó el día en que se reunió con su gente a “celebrar el vuelo de Ken”. En una nota emotiva y agradecida, escribió en su blog: “Fue un evento conmovedor con un toque maravilloso: los hijos de Ken y Alice llevaban cada uno un moño de Ken”.

Ken Lawton, el gurú inglés que siguieron grandes estrellas del rock, falleció a los 87 años en Wokingham, condado de Berkshire, Reino Unido, el 16 de enero de 2009.  

CHARLY EN MARCIALANDIA

Sin tener en cuenta la adoración de Charly por la teleportación (“Fax U”), en “I’m Not In Love” hay una poco explícita alusión a la telaraña conspiracionista que se empieza a tejer a inicios de siglo XXI. Aquella canción no sólo remite a sus sentimientos sino a los atentados del 11/09.

A principios del siglo pasado, cuando los ingleses conquistaban África, por ejemplo, a los sometidos les ponían películas en las que les mostraban las maravillas del mundo occidental. Y que los musulmanes miraban la película con los ojos cerrados. Entonces, qué relación puede haber entre una persona y otra que tienen formas de ver la vida tan distintas. Para ellos, nosotros debemos ser marcianos. Fijate que llegan a inmolarse… (si puedo hacer un video) me gustaría que fuera con un musulmán que al día siguiente se va a estrellar contra las torres, que está de novio con una secretaria que trabaja ahí”.

En diciembre de 1981, Serú Girán eligió como teloneras a las Bay Biscuit. Charly las había conocido en un festival underground: “Eran la Fabi (Cantilo), Viviana Tella, (Mayco) Castro Volpe, que era la hija de María Concepción César, y un chabón, Carlos Morcillo. Era todo cartón pintado, tenía que ver con la Argentina, los aviones, cualquier cosa. En una parte decía ‘Argentinos, a volar’, y el día que fui yo tiraron un gato desde atrás que voló por todo el escenario; yo creí que era parte de la obra. Y no, pero a mí me había resultado muy gracioso. Y bueno, las puse en un intermedio: salían ellas, hacían un playback, salían disfrazadas, con platos voladores de cartón, cantaban “Marcianita” y no sé cuál otra. La gente tiró de todo, así que salimos nosotros, “¡Tu amor te espera, no esperes más…!”.

Fue el debut de “No llores por mí Argentina”.

CHARLY PRESENTA A LAS BAY BISCUIT (1981). En la presentación, el líder de Serú Girán les tiró a matar. «Refleja este momento del país, no esperen oro”.

Hacia el final del libro (pp. 148), cuando los periodistas le preguntan si acá no se siente medio marciano, su respuesta involucra a los argentinos:

Todos nos sentimos medio marcianos. Quizá marcianos de una marcialandia medio chota (risas), pero qué se yo”.

 ***

Esta no es la primera vez que escribo sobre Charly. En enero de 1996 fui a un recital en Villa Gesell donde uno de los indiscutidos héroes culturales de mi generación derrapó mal. La mejor prueba de que “García: 15 años de entrevistas con Charly (1992 – 2007)” es una especie de I Ching la encontré en la página 104: “(En aquel recital) me caía, loco. Pero eso no era por drogas, era porque tomaba unas pastillas que me dieron cuando estuve en la clínica, que me hacían perder el equilibrio. Los efectos colaterales eran peores que lo que supuestamente te curaban”. Buá. Yo me acuerdo que, cada tanto, besaba una petaca. Y esto no es una botoneada: en esa misma página Charly dice: “Lo raro es tocar sobrio”.

Escribí sobre aquel recital cuando me terminaba de ir del diario La Prensa. Envié mi nota no solicitada a la gente de Espectáculos. Los editores de la sección ignoraron olímpicamente mi crónica, ni siquiera acusaron recibo. Aún la conservo; alguna vez, cuando Charly no esté cumpliendo 70 pirulos, la publico. Y si no, tampoco era para tanto. Hoy lo único que importa es Charly.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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