Cuando mi familia y algunos amigos me preguntaron dónde estaba, yo dije: tratando de tranquilizar al cajero del ciber del shopping Panorámico, cerca de la estación Los Leones, a diez metros sobre el suelo. El hombre estaba a mil revoluciones por segundo repitiéndose: “Ay, ay, ay, ahora hay que quedarse quieto; ay ay ay, hay que esperar a que pase, ay ay ay… este sí que es de los bravos, no se acaba nunca”. Lo noté medio muerto de miedo justo … Sigue leyendo Mi primer terremoto
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo