Y un día se llevaron al “marcianito verde” de Capilla del Monte

Una de las primeras medidas que tomó el nuevo intendente de Capilla del Monte fue desmantelar el cartel de bienvenida de la ciudad. El 31 de enero de 2020, el autor de este artículo, el Profesor en Historia por la Facultad de Humanidades de la UNMdP Fernando Jorge Soto Roland, que también es uno de los principales recopiladores y estudiosos de los enigmas históricos y contemporáneos de la zona, documentó paso a paso el surgimiento, proceso de demolición y reemplazo de una de las marcas más emblemáticas de la localidad en los últimos cinco años. 

Por Fernando Jorge Soto Roland

Hubo una época en la que la Municipalidad de Capilla del Monte apoyó sin ambigüedades las “manifestaciones marciánicas” (1) que, desde enero de 1986, hicieran famosa internacionalmente a esa bellísima localidad de las sierras de Córdoba (Argentina).

No hace mucho, en 2013, el intendente de entonces no tuvo prurito alguno en disfrazarse de extraterrestre durante la inauguración de uno de los primeros Festivales Alienígenas organizados en el pueblo ; o de firmar algo más tarde ―el 30 de junio de 2017― un convenio con el municipio de la ciudad entrerriana de Victoria (otro “Punto Caliente” de avistaje de naves extraterrestres) con el fin de implementar un Corredor o Ruta Ovni cuyo objetivo fue el de alentar la cooperación entre ambos pueblos en cuestiones no solo ufológicas, sino también culturales, turísticas y deportivas. (2)

Querían fortalecer sus economías regionales a sabiendas de que el fenómeno platillista constituía un pilar fundamental para alcanzar el éxito económico, la llegada de turistas y, eventualmente, el progreso general. En especial el de Capilla del Monte: Victoria, por más que les pese a sus defensores, nunca consiguió ―en estas cuestiones extraterrestres― la fama, reconocimiento, inversiones o inmigrantes que sí recibió el pueblo del Valle de Punilla. (3)

Durante la ceremonia, Silvia Pérez Simondini, investigadora, regente y propietaria del Museo Ovni de Victoria (Entre Ríos) , no pudo contener la alegría: frente a los intendentes firmantes ―Domingo Maiocco por la localidad anfitriona y Gustavo Sez, por Capilla del Monte― expresó, en el mismísimo despacho municipal, una frase que, dados los actuales eventos, puede resultar un tanto anacrónica: “Hoy dos pueblos quedan hermanados por los ovnis”. (4)

TODO TIEMPO PASADO. El intendente Gustavo Sez no solo se disfrazó de ET (izquierda). También firmó el convenio Ruta Ovni con la «gemela» ciudad de Victoria, Entre Ríos (derecha).

Han pasado solo tres años desde entonces. Tres años convulsionados y problemáticos, tanto a nivel nacional como local. En Capilla del Monte, la renuncia de Gustavo Sez en septiembre de 2017, el interludio de un gobierno provisional y la asunción del nuevo intendente, Fabricio Díaz, en diciembre de 2019, sacudió política y económicamente a toda la comunidad, sin que los alienígenas (o Hermanos Superiores, según los más místicos) pudieran hacer nada por las finanzas y la estabilidad institucional.

El signo político gobernante cambió y con él pareció sobrevenir una primera y combativa actitud ante todo lo extraterrestre. El municipio, antes cooptado por “simpatizantes” (¿creyentes?) de los ovnis, se volcó hacia El Otro Lado de la Fuerza; y lo que antes enorgullecía a muchos empezó de ser vergonzante en el discurso de las nuevas autoridades.

Ya sea por cuestiones financieras (o de otro tipo), la intendencia anunció que el Festival Alienígena 2020 quedaba suspendido hasta nuevo aviso. La Cámara de Comercio pegó un grito en el cielo, se resistió a la medida y decidió privatizar el festejo, organizando ―según indicó el periodista Fernando Diz en su programa matutino de radio Políticamente Incorrecto, FM Astral 93.7― un “festival de mantenimiento” para evitar cortar con una tradición que lleva ya más de 8 años y que le ha dado a Capilla del Monte una identidad única en todo el país. Algo que muchas otras localidades han buscado durante décadas sin éxito.   

DESFILE EN LA CALLE TECHADA. Festival Alienígena, febrero 2017 (Fotos: FJRS)

En enero de 2019, en uno de mis tantos y regulares viajes a Capilla del Monte, noté que el “clima” ya no era el mismo de años anteriores. Problemas terrenales más serios se hacían notar y dejé mis impresiones en un pequeño artículo que tuvo como principal protagonista a uno de los mayores (en tamaño) iconos ufológicos del pueblo: el plato volador de la Plaza San Martín.  El diagnóstico diferencial al que llegué entonces no resultó de todo errado: el gobierno municipal se alejaba progresivamente de los ovnis y sus tripulantes.

Habían cambiado el slogan publicitario. La nave de chapa estaba relegada a un sector no privilegiado de la plaza. Pero aún faltaba lo peor: el desmantelamiento del cartel que les daba a los turistas la bienvenida a Capilla del Monte, levantado en el ingreso principal al pueblo.

Quiso la buona fortuna que fuéramos, mi esposa y yo, los únicos testigos privilegiados de ese sacrilegio; captando en fotos todos los pasos con los que se pretendió ―en primera instancia― llevar al olvido a uno de los símbolos más emblemáticos de la localidad.

Lo que sigue es la crónica gráfica de lo ocurrido.

PARTE 1: UNA CRONOLOGÍA CROMÁTICA

SOMBRAS, NADA MÁS. La barbilla y los dedos del extraterrestre

Sería necesario consultar los archivos municipales de Capilla del Monte (a priori, sin garantías del éxito de tal emprendimiento) para confeccionar una cronología exacta del evento que nos convoca: la instalación del cartel con el alienígena que, hasta el mediodía del 31 de enero del 2020, daba la bienvenida a los turistas que iban llegando al pueblo. Sin acceso, en estos momentos, de ese eventual repositorio de ordenanzas y decretos, bueno resulta indagar por Internet. No es la solución profesional más segura y ni siquiera es, tal vez, la más adecuada, pero en otras ocasiones me funcionó. Ayuda mucho, sin ser un hacker.

De la web saqué la información que algunos capillenses no me supieron dar con exactitud. La memoria es flaca y, sin sustento de otro tipo, poco confiable, manipulable y acomodaticia.

La duda que me acosó por unos días era sencilla. ¿Cuándo se había puesto el extraterrestre en el cartel de marras? ¿Desde qué época estaba allí parapetado? ¿Bajo qué intendencia habían dado semejante “salto al vacío”, colocándolo como una parte constitutiva y oficial de la localidad?

Algunos me dijeron que el responsable había sido el intendente Gustavo de Figueredo (1999-2007); pero por alguna ignota razón me pareció demasiado lejano en el tiempo. De Figueredo tuvo dos mandatos consecutivos y era lógico pensar que, un funcionario con tantos años en el poder local, pudiera creer tener derecho a darle al pueblo la careta visible que mejor creyera conveniente. Pero, no. No fue de Figueredo el padre de la criatura. Además, en internet no hay fotos del mentado cartel que se remonten a esas fechas.

Busqué en mis archivos digitales. No tenía nada. El cartelito no había llamado mi atención en los esporádicos y primigenios viajes al pueblo. Las fotos más antiguas databan del 2015.

Tras algunas horas de buscar imágenes por la Red, comencé a observar videos institucionales de la Secretaría de Turismo. Nada. El Uritorco se ganaba toda la atención. Finalmente, entre tantas idas y vueltas, me topé con un blog capillense en el que, a modo de los viejos anales medievales, enumeraba cronológicamente los eventos más importantes celebrados en la localidad. Empezaba en 2019 y terminaba en 2012.  Justamente, con fecha 25 de noviembre de ese último año, Juan Calderato (administrador de la página), publicaba: “Nuevos Carteles de entrada norte en Capilla del Monte”; adjuntando las siguientes dos fotografías:

PRIMERA VERSIÓN DEL CARTEL. 25 de noviembre de 2012

Allí estaba. Inconfundible. En rojo y blanco, pero sin el extraterrestre asomándose por su parte superior. Y no estuvo entre los invitados del primer Festival Alienígena  (FA!) de 2012.

Tampoco se exhibía el símbolo del Rotary Club que antecedió al visitante de otro planeta.      

FOTOS PRE-E.T. Así lucía el cartel de la entrada norte, sin el ET. Abajo: La imagen más antigua se remonta a febrero 2006 (gobierno de Figueredo).

Algo me quedaba claro, el “marcianito verde” había sido instalado en algún momento del largo gobierno de Gustavo Sez (2011-2019). Él había renovado el cartel. Pero, ¿en qué año le adosó el simpático hombrecito?

Continué la pesquisa, esta vez mirando por YouTube interminables y aburridísimos videos caseros, subidos por los turistas que habían visitado la ciudad en la última década. Uno de ellos, titulado “Capilla del Monte Paseo en Auto” y fechado en diciembre de 2014, mostraba la entrada norte y el cartel, pero el alienígena brillaba por su ausencia.

CAPTURA DE YOUTUBE. En diciembre de 2014 el cartel todavía estaba libre de influencias alienígenas.

La solución me la dio otra grabación, adjuntada a la web en febrero de 2015. Un contingente de turistas de viaje por las tierras del Uritorco captó, inopinadamente, el ingreso y el cartel. Fue aquella visión una verdadera hierofanía. En el minuto 2 con 13 segundos, la calva cabezota verde del marciano se hacía presente.

APARECE E.T. En febrero 2015, un video casero mostraba por primera vez el «marciano oficial» de Capilla del Monte.

En resumidas cuentas, entre diciembre de 2014 y febrero de 2015 ―posiblemente en enero, al momento iniciar a temporada estival― Gustavo Sez (siguiendo la tradición inaugurada por su padre a mediados de la década de 1980) entronizó a la “criatura intergaláctica” sobre el cartel que nos convoca, convirtiéndola en la anfitriona ideal a las mágicas experiencias que muchos dicen vivir en la ciudad serrana.

La verdad sea dicha: nunca pensé que ese “marcianito” tuviera tan corta antigüedad. Me lo hacía vigilante desde hacía muchísimo más tiempo.

Pero los hechos hablan por sí mismos.

Así es la Historia.

PARTE 2: ¿FIN DE UNA ÉPOCA?     

JUIRA ABAJO. Mediodía del 31 de enero de 2020. El cartel con el extraterrestre de la entrada norte a Capilla del Monte es desmantelado. Foto: FJSR

― Me llamaron a la radio para decirme que desmantelaron el cartel con el alienígena de la entrada. ¿Estuviste por la zona?

La noticia, como no podía ser de otra manera, me la dio el periodista Fernando Diz a media mañana del 31de enero de 2020, mientras tomábamos un café frente a la Plaza San Marín.

―No puede ser ―respondí con incredulidad. ―¿Cuándo le saqué una foto? El 27 o 28 a la noche. Y todavía estaba…

―Pues ya no está más. Parece que lo sacaron ayer. Me lo dijo un remisero que pasó por ahí hace un rato.

PINCELES LISTOS. El mismo día iban a cubrir con pintura los restos del viejo cartel.

―Termino el café y voy para allá a ver qué pasó… ¿Estás seguro que es “ese” cartel?

―Confirmamelo, por favor.

El diálogo de arriba (palabras más, palabras menos) resume el motivo por el cual, aquella calurosa mañana de enero, nos dirigimos junto con mi esposa en dirección a la entrada septentrional del pueblo.

Tenía la cámara de fotos lista. Estaba ansioso.

Una parte de mí se negaba a creer que esa imagen, de tan alto capital simbólico para Capilla del Monte, hubiera desaparecido.

Caminamos por calle Hipólito Yrigoyen unos 600 metros en dirección a la intersección con la Ruta 38 y allí me topé, efectivamente, con el panorama anunciado.

Sólo quedaba en pie la original estructura de cemento, levantada durante el gobierno de Figueredo. Las letras que formaban el nombre del pueblo no estaban y del extraterrestre de Gustavo Sez únicamente permanecían las marcas de la barbilla y los tres dedos de cada mano.    

Nos sentamos en uno de los tapiales de pirca que rodean el predio y permanecimos unos cuantos minutos en silencio. No lo podíamos creer. Una temprana nostalgia nos embargó a ambos, y mientras seguía sacándoles fotos a lo que parecía ya el descascarado atril de un pintor, dos operarios de la municipalidad hicieron acto de presencia en el lugar.

Bajaron de una camioneta sendos tarros de pinturas y se plantaron frente al cartel hablando entre ellos. Minutos después acometieron contra las pocas huellas que quedaban.     

BORRANDO A ET. 31 de enero 2020: el cuidadoso «operativo limpieza» quita hasta la última partícula extraterrestre el cartel de bienvenida del acceso principal a la ciudad de Capilla del Monte.

Sentí que éramos testigos de un “momento histórico”. La pintura blanca de los rodillos se tragaba toda una época.

Me acerqué a uno de los operarios y le pregunté qué pensaban poner. Me mostró un dibujo.

―Este es el nuevo cartel ―respondió.

―¿Y el ET?

―No sé. Se lo llevaron.

Me resultó imposible no imaginarlo arrumbado en algún depósito del municipio, empezando a acumular polvo, como el Arca de la Alianza hacia el final de la película Los Cazadores del Arca Perdida de Steven Spielberg.                 

En pocos minutos el naranja que hacía de fondo desapareció. Después le tocó a las terrosas marcas de la barbilla y los dedos.

Cumplido el ritual, nos retiramos.

NUEVO «LOOK». Los empleados municipales tuvieron la amabilidad de mostrar el plano del nuevo cartel al autor de este trabajo. (Foto: FJSR)

¿Habíamos sido testigos de un Sarajevo intergaláctico, serrano y cordobés? ¿Qué pretendía la nueva administración municipal cuando decidió erradicar ese icono tan emblemático de la entrada principal del pueblo? ¿Era, acaso, una declaración de guerra al universo ufológico clásico, que hiciera a Capilla del Monte famosa a nivel mundial? ¿O simbolizaba la entronización de la veta más mística y esotérica de la fauna local ―los contactados―, tan reacia a los enanitos verdes?

Todavía no lo sabemos, pero la medida fue mayoritariamente rechazada por los vendedores de souvenirs de la calle techada (máxime si consideramos las primeras y nada elogiosas palabras del nuevo intendente hacia el Festival Alienígena).          

E.T.S MADE IN CAPILLA. Muestras sueltas de la creatividad del «pueblo del Uritorco» para imaginar alienígenas.

MARATÓN, 2014. A partir de 1986, el imaginario extraterrestre se impregnó en casi todas las actividades sociales de la ciudad. ¿Lo querrán hacer desaparecer por decreto municipal?

No hay dudas de que el cambio (¿o simple amague?) originó conflicto, tensión y una grieta que divide a grupos aún difíciles de identificar (más allá, claro, de la cámara de comercio que ―es inevitable― percibe que el tablero de juego está alterándose en contra de sus intereses).

Lo nuevo no termina de asentarse. Lo viejo se resiste a desaparecer. Capilla está pasando, literalmente, por una situación liminal.

Pero, ¿puede ser cambiado por decreto el imaginario de la localidad? ¿Es posible fijarlo “desde arriba”?

En esta tirante relación dialéctica entre “fantasía” y “realidad”, ¿es la última la que va ganando por puntos? ¿O son dos “fantasías” diferentes las que compiten por el poder?

¿Volverán los tradicionales ET del imaginario (verdes, chiquititos, cabezones) a coronar ―no sin cierta dosis de ironía― el panorama del norte de Punilla? ¿O los inmateriales seres de luz (Hermanos Superiores de Erks) darán la bienvenida a la aldea serrana?

“Desde arriba” vinieron en 1986, dejando la “huella” que catapultó a la fama a la localidad. El intendente de entonces, junto a sus secretarios en el gobierno, plantó la semilla; que germinó gracias a la fértil participación de periodistas sensacionalistas y ufólogos ansiosos por concretar sus sueños de “contacto”.

Así, Capilla consiguió vender exitosamente intangibilidad durante más de 34 años. Marcó la diferencia. Se distinguió de los otros pueblos. Creció mostrando muñecos, amén de fotos mal enfocadas e historias incomprobables. El 31 de enero pasado (2020) quitaron al más grande y emblemático.

¿Sacrificaron con él a la “gallina de los huevos de oro”? ¿O pretenden cocinar otro puchero con ingredientes diferentes?

Creo que sería una lástima.

Sin su imaginario ufológico, Capilla perdería su original simpatía, su magia y romanticismo kitsch.

El pueblo en su conjunto tiene ahora la última palabra.

CARTEL «DESMARCIANIZADO». La obra terminada. La noticia de la «renovación» al menos estética de la ciudad fue publicada en unos pocos medios locales y en ninguno nacional.
OJOS QUE BRILLAN: IMAGEN DE PORTADA. Noche del 27 de enero de 2020 (Foto: FJRS)

FJSR, 13 de enero 2020

NOTAS DEL AUTOR

1) El concepto “marciánico” apareció en una entrevista que le hice en 2019 a quien tuvo el cargo el Jefe de Bomberos de Capilla del Monte en 1986, Luis Bártoli, en ocasión de “celebrarse” los 33 años de la famosa “Huella del Pajarillo” -vento que dio origen a la toda la neomitología capillense.

2) Para un pormenorizado estudio sobre el tema, véase: Otamendi Alejandro, “El turismo místico-esotérico en la Zona Uritorco: una perspectiva etnográfica”, en Periferias Sagradas en la modernidad Argentina, Pablo Wright (editor), Editorial Biblos, Buenos Aires, 2018, pp.107-123.

3) Véase del autor: Crónica a un Museo de otro mundo: el Museo Ovni de Victoria, julio de 2017.

4) Véase nota periodística anteriormente citada. N. del A.: También estuvo presente un famoso “contactado” cordobés quien, en numerosas ocasiones, testimonió haber entrado en la ciudad intraterrena de ERKS, estableciendo comunicación directa con los E.T. que allí, supuestamente, viven. Véase nota del diario La Capital de Rosario: “Dos ciudades unidas por la ruta de los ovnis”, Julio 2017.

FJSR, enero de 2016. El autor posando junto al emblema y motivo de este trabajo.

APÉNDICE AUTORREFERENCIAL

“Todo fluye. Nada permanece.”

Heráclito (540-480 a.C.)

Enero 2016
Enero 2017 y 2018 
Enero 2019
Enero 2020

NOTA DEL AUTOR

Vaya mi más profundo agradecimiento a Fernando Diz y Claudio M. Chena y por los datos que supieron darme para poder escribir este breve artículo.

Y, como siempre, gratitud eterna a Capilla del Monte, donde he pasado algunos de los momentos más hermosos y divertidos de mi vida.

FJSR, FEBRERO 2020

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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