El histórico apagón que dejó sin energía eléctrica a toda la Argentina y afectó a cuatro países vecinos todavía vibra en la cultura apocalíptica local. El periodista Diego Córdova, quien se apresta a celebrar el 50 Aniversario del Proyecto Apollo con su neonato libro Huellas en la Luna, cuenta su redescubrimiento de la radio en un clima que parece contaminado por los copos que imaginó el entrañable Héctor Germán Oesterheld.
Por Diego Córdova
El gran apagón del domingo me trajo un recuerdo que siempre tengo agazapado en mi memoria y denota el gran poder que tiene uno de los medios masivos de información que fue pionero en nuestro país. Por más que existan otros medios que, por su inmediatez en la transmisión de imágenes y sonidos, ha globalizado al mundo entero, la radio sigue siendo un medio poderoso, con un prestigio que respalda la credibilidad de sus mensajes; pasan los años y aún persiste la idea según la cual “es verdad porque lo escuché en la radio”.
La gran mayoría de los argentinos nos despertamos la mañana del domingo 16 de junio pasado sin energía eléctrica, una vez comprobadas las llaves térmicas. Al cabo de un vistazo por los alrededores, que sugería un problema más o menos cotidiano, lo que vino a continuación fue puro desconcierto. Rápidamente, traté de comunicarme por teléfono con Edenor, la empresa proveedora de electricidad en mi zona. Extrañamente, no me logré comunicar ni con la atención automática. Sin acceso a noticieros de TV ni wi-fi, con el acceso a internet reducido a la navegación por datos del celular, solo pude comprobar que muchos servidores de sitios informativos también estaban caídos.
Desde ese momento empecé a pensar sobre la veracidad de un mensaje masivo, que había recibido poco antes por whatsapp, según el cual había un corte eléctrico masivo en nuestro país y en países limítrofes. Pero claro, con tantas «fake news» que recibimos a diario por ese medio, esos mensajes no gozan de ninguna credibilidad.
No había mucho más por hacer, teníamos programada una reunión familiar en Luján, a más de 40 km. de donde estábamos. Bajo una fuerte lluvia que volvía aún más difícil la visibilidad, allá fuimos.
No bien iniciado el viaje advertimos la gravedad del hecho. La zona sin luz era evidentemente grande, pero… ¿será para tanto como decía aquel mensaje? Ya en Acceso Oeste vimos casas, negocios, letreros y semáforos de la colectora sin energía eléctrica. Incluso tratamos de sintonizar alguna radio AM. La interferencia era insoportable. ¡Era verdad! Estábamos ante un apagón nunca visto.
Ya en Luján nos encontramos con el mismo espectáculo. Pero allí, de pronto, la realidad me dio un mazazo: mi suegro estaba escuchando en su pequeña radio portátil las primeras certezas de un hecho sin precedentes. El había logrado sintonizar una de las estaciones AM que había recuperado su capacidad de transmitir (no su energía) y recién entonces pudimos saber la magnitud del desastre nacional. El apagón había barrido con la tecnología multimedia que globaliza al mundo. No había internet ni celulares (que poco a poco empezaban a «morir», sin la posibilidad de cargar sus baterías) ni aplicaciones de mensajes, ya que sus servidores o las antenas zonales también estaban caídas. Pero ahí estaba la pequeña radio portátil a pilas, que recibía la poderosa señal AM, que nunca falla, y mi suegro que me decía: «Gracias a esto sigo conectado con el mundo”.
Recordé entonces a mi radio Spica y al inolvidable Eternauta, cuando Juan Salvo y sus amigos se enteran de la gran invasión a través de la radio, el medio que también aprovecharon los invasores cuando se valieron de su poder para tender la gran trampa a la humanidad. Si bien esta última solo es una gran historia de ficción, nunca más olvidaré ponerle pilas a la Spica.
CÓMO CONSEGUIR «HUELLAS EN LA LUNA», por Diego Córdova
Por medio de Vazquez Mazini Editores o escribiendo al autor, Diego Córdova, a su email: huellasenlaluna2019@gmail.com (que dedica cada ejemplar e incluye un souvenir de regalo).
El realizador multimedia Gabriel Lucero recogió algunos de los más escalofriantes testimonios que circularon por WhatsApp sobre el armagedónico Apagón Argentino. Cortesía: Gente Rota
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