Insectos, fósiles y especies curiosas heredaron el nombre de diferentes personajes de Star Wars. Pero Vader es uno de los más frecuentemente elegidos por los buscadores de semejanzas en la cultura pop para hacer divulgación científica. El último de esa dinastía es el Vaderlimulus tricki, un artrópodo que parece ser el abuelo de los cangrejos y es idéntico al Señor Oscuro de los Sith. Este fósil llega hasta nosotros desde una época muy lejana. Tiene 245 millones de años de antigüedad y se conserva bastante bien.
Primero vamos a beber de un trago el dato amargo, pero lo haremos con gusto porque es el dato que asegura la calidad de la información. La fuente es una investigación publicada en una revista paleontológica alemana que firman Allan J. Lerner y Spencer G. Lucas del Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México y Marin Lockley, de la Universidad de Colorado.
El animalejo, bautizado Vaderlimulus tricki, es conocido como cangrejo de herradura (Austrolimulidae), pero, en honor a la verdad, estamos ante una suerte de artrópodo con casco, o un artrópodo cabezón, más cercano a la familia de los escorpiones y las arañas que a los cangrejos tal y como los conocemos.
La subespecie está cubierta por grandes caparazones. El fósil hallado tiene 245 millones de años de antigüedad: idéntico al icónico megavillano creado por George Lucas, ya era veterano cuando empezaban a desarrollarse los dinosaurios y los mamíferos en el primer período de la era Mesozoica, el Triásico.
Podríamos seguir minando esta nota con alusiones diver para los devotos de Star Wars, pero durante estos días el abuso de juegos de palabra con un afán divulgativo ha sido tan obvio e insistente que preferimos ir al núcleo del asunto: el bautismo, y el consiguiente abuso, parece más parte de una estrategia de marketing del Episodio VIII – Los últimos Jedi que la difusión de un descubrimiento (aunque podría ser lo contrario, el aprovechamiento de los científicos para colgarse de las negras bolas de Vader).
El registro más temprano de las Vaderlimulus data de hace 470 millones de años, es decir, estos animalejos son cien millones de años más viejos que los primeros árboles tal como los conocemos hoy en día. Curiosamente, su aspecto no ha cambiado en los últimos millones de años. Por eso son llamados fósiles vivientes.
El Departamento de Asuntos Culturales de Nuevo México informó que en la actualidad solo quedan cuatro especies de cangrejos herradura vivos, y sus poblaciones están menguando rápidamente. Estos restos fosilizados fueron descubiertos en lo que ahora es Idaho, región Oeste de los EE.UU. Pero cuando ésta alimaña vivía, reptaba a lo largo de una cuenca nada parecida al enterratorio de rocas donde fue hallada, lo cual explica por qué una criatura oceánica fue descubierta tierra adentro.
La sangre de los cangrejos de herradura es principesca, azul brillante. No tiene el típico rojo que lucen los vertebrados. Esto es así porque los artrópodos usan hemocianina a base de cobre para transportar oxígeno en lugar de hemoglobina roja a base de hierro.
Se dice que los cangrejos de herradura salvan millones de personas cada año. Pues bien, eso que se dice es cierto, ya que usan amebocitos, que solo coagulan una parte por trillón de contaminación bacteriana. Esta reacción toma 45 minutos en vez de 48 horas (la respuesta normal entre los mamíferos), permitiendo una coagulación rápida. Así, los descendientes del émulo del señor Sith evitan muchas muertes causadas por infecciones.
“Su distintiva sangre azul se utiliza para detectar peligrosas bacterias Gram-negativas tales como E. coli en drogas inyectables tales como insulina, dispositivos médicos implantables tales como reemplazos de rodilla, e instrumentos hospitalarios tales como bisturíes y IVs. Los componentes de esta sangre del cangrejo tienen un talento único e invaluable para encontrar la infección, y eso ha conducido a una demanda insaciable. Cada año la industria de pruebas médicas atrapa a medio millón de cangrejos de herradura para recoger su sangre.” (Vista al Mar)
El Vaderlimulus, a diferencia de sus sucesores, tiene proporciones corporales inusuales que le dan una extraña apariencia», dijo Allan J. Lerner, del Museo de Nuevo México. Sus cambios parecen responder a que algunas de estas criaturas solían internarse en ecosistemas de agua dulce, salto adaptativo que podría explicar el cambio de apariencia.
ENTOMOLOGÍA SITH
Este artrópodo es el último de una larga tradición de nombres inspirados en Darth Vader.
1. En 2003, Fernando Fernández denominó a una hormiga colombiana Adelomyrmex vaderi, tal vez porque, como Vader, es una de las hormigas más grandes en su género.
2. En 1996, G.S. Hunt. Thricops bautizó Darthvaderum greensladeae a un ácaro. Es predominantemente arbóreo y se lo encuentra en el este de Australia.
3. Miller y Wheeler nombraron Agathidium vaderi a este miembro de la familia Leiodidae evocando al villano. Negro, redondo y brillante, este escarabajo se alimenta de hongos que crecen en la descomposición de material vegetal o animal, en suma, en el fango.
4. La Bathykorus bouilloni, donde Bathykorus significa en griego «casco profundo», es una medusa llamada Vader. Sus tentáculos son el equivalente biológico de los sables de luz.
Para entendernos, la base de este rollo, la similitud significativa, es la misma que nos hace ver un conejo con un palo en la Luna, barcos piratas en las nubes o profetas en las tostadas o en las manchas de humedad: adosar un nombre potente a una forma o marca de contornos aleatorios y encontrar similitudes con aquello que imaginamos (o nuestro cerebro conoce); en definitiva, ver lo que no existe.
Hay más nombres de bichos inspirados en otros personajes de la saga estelar, curiosamente muchos de ellos también artrópodos. Pero el que encuentra más almas gemelas en el universo científico es, sin dudas, nuestro querido villano de otro mundo. Quizás esos clones de Anakin Skywalker significan que somos huérfanos de una figura paterna fuerte, pero no, para este post no consultamos a un psicoanalista ni derrapamos y nos fuimos definitivamente al pasto.
FUENTES
Más info en Vista al Mar y Entomoblogg
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