Titanicmania: historia, ciencia y ficcion

Inevitablemente, la titanicmanía por el centenario del hundimiento del RMS Titanic no parte de la catástrofe real sino del crisol cultural que impuso el icono de la industria cinematográfica, la película “Titanic” de James Cameron. El director de la tragedia romántica se adueñó de la marca hasta para reconstruir el accidente “científicamente” (una animación en 3D) para la National Geographic. Por el carácter de algunas evocaciones, cuesta recordar que en aquel alarde de tecnología náutica murieron ahogados más de 1517 de sus 2227 pasajeros y tripulantes. Es más, ni siquiera parece que el descubridor de los restos del naufragio, en 1985, haya sido el explorador oceánico Robert Ballard.


Reconstrucción digital de Cameron para la Natgeo (visto en La Nación).

Más interesantes, como siempre, son los pié de página de la historia. El astrofísico y divulgador Neil deGrasse Tyson descubrió que en la película “Titanic” el cielo estaba equivocado y le escribió a Cameron para indicarle el grandísimo error que había cometido, grave porque el marketing del film descansaba en que habían logrado una reconstrucción perfecta de cada escena, cada vestuario, cada objeto presente en la historia original. Cameron ignoró su carta. Pero luego se encontró con él una, dos veces. Neil nunca se cansó de recordarle aquella deuda que tenía con la precisión astronómica. “De acuerdo, cabronazo, envíame las estrellas correctas para las 4:20 a.m del 15 de abril de 1912 y las pondré en la película”, respondió Cameron a Tyson. Ahora, en la reedición de «Titanic» en 3D, el cielo en la escena final de la película es el correcto.

La anécdota del “nuevo cielo” de Titanic, contada por el mismo Tyson (visto en Amazing).

El 9 de septiembre de 1966 comienza a emitirse una serie para mí gloriosa, El túnel del tiempo. Sus protagonistas podrían haber viajado hasta cualquier día del almanaque, podrían haber caído en cualquier punto de la vasta inmensidad de los océanos; pero el primer capítulo de la serie de Iwin Allen los puso a bordo del Titanic justo un día antes del choque. Cuando el gobierno amenaza con quitarles la financiación, el doctor Tony Newman se lanza al pasado por las suyas para demostrar que el viaje en el tiempo es posible. Y su compañero, Douglas Phillips, lo va a rescatar con un diario del 16 de abril de 1912 para convencer al capitán, interpretado por Michael Rennie, de pegar un golpe de timón que los salve de lo irremediable. Es que durante toda la serie sus protagonistas –dos jóvenes científicos– nunca terminan de enterarse de que la historia es asunto terminado. Y, que, hasta donde sabemos, no es posible modificar el pasado (ver Efecto Mariposa y este ensayo de Claudio Sánchez). Esta paradoja ha dado lugar a muchas reflexiones, casi todas sin solución -y que como aún no son parte de la ciencia, siguen divirtiendo a quienes les agrada entretejer tramas de ficción aderezadas con una pizca de filosofía.

Si me permiten, doy el tema por cerrado con un fragmento de aquel episodio. Que era, si me lo permiten otra vez, lo que más ganas tenía de publicar.


Clip de aquel capítulo, un golpe bajo al corazón de nuestra infancia.

Y en lo posible leer Titanic: el factor astronómico. Por Mariano Ribas.

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
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